Si vas a hacer algo conmigo, difumíname con delicadeza.
Píntame como a una de tus chicas francesas.
Maltrátame como a una de tus putas inglesas.
O vete. Pero rápido, que nos quedamos obsoletos.
Si mi muerte interna fuese un crimen seguramente te harías la víctima. "Estaba así cuando llegué". Destrozada, sí; también vacía. Muerta, no. Con un hilo de vida y tú siendo mi canción triste. Aunque resultaste la de mi funeral.
Qué más da si ando, gilipollas. Aquí adentro no hace frío, principalmente porque ni siquiera puedo ya sentirlo. Nunca entenderás mi miedo a acabar. ¡Que me da igual si sana y salva!
Voy a dibujar frente a ti una risa en el aire hasta que la carcajada suene como un cañonazo. Hasta que los ojos dejen de pedirme llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario