viernes, 7 de marzo de 2014

Lo nunca enviado.

Un veintitrés de junio de dos mil trece. Con 186 palabras, 849 caracteres y, por desgracia, alguna verdad (no tan) oculta. 




 Venía a contarte que he vuelto a perderme.
¡Sí, otra vez!
Voy a titularme "Las consecuencias de estar sin ti", porque de eso trato; eso soy, aunque no te interese. Tendré quinientas páginas, pero te atascarás en la primera por la complejidad de la historia, y no te juzgo. Yo sigo intentando comprender el porqué del título. Por qué sin ti. Pero a decir verdad ya he hojeado el final y me he encontrado con un sinfín de páginas en las que solo figura tu nombre y un "Vuelve", que no termino de comprender si es un deseo o un lamento.
¿Sabes? Me encantaría confesarte que en realidad no te quiero, que eres otra de esas musas tristes. Otra de esas imaginarias. Pero no se me da bien mentir. Me encantaría jurarte que juré olvidarte, y en cambio no lo hago porque odio reconocer haber jurado en vano. 
Mi problema, corazón, era escribirte en lienzos por ser obligado recordarte con el arte. Mi problema era buscar el verso perfecto teniéndote delante. 
¡Sí, definitivamente!
He vuelto a perderme en la historia. O sus pupilas. Qué más da. 

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